Pecar con el silencio cuando se debe protestar
convierte a los hombres en cobardes.
La humanidad ha avanzado cuando a protestado.
En cuanto se ha alzado la voz en contra de la injusticia
ignorancia y lujuria, la inquisición ha servido a la ley
y las guillotinas han decidido al menos nuestras disputas.
Los pocos que se atreven, deben hablar y hablar nuevamente
para corregir las equivocaciones de los demás.
No existe ningún poder, gracias a Dios, en este gran día y en esta tierra
que pueda burlarse o estrangular nuestro mensaje.
Los medios y nuestra voz puede gritar bien alto
desaprobando los males existentes;
Se puede criticar la opresión y condenar
la falta de rigor en las leyes de protección de la riqueza
que permiten que los niños y sus cuidadores tengan que trabajar muy duro
para adquirir la tranquilidad de los vagos millonarios.
Por tanto yo no protesto contra el alarde
de independencia en esta tierra imponente.
No llamaré fuerte a ninguna cadena que tenga un eslabón oxidado.
No llamaré libre a ninguna tierra que tenga un esclavo encadenado.
Hasta que las finas muñecas esposadas de los bebés
queden libres para jugar y ser felices.
Hasta que las madres no tengan que aguantar ninguna carga
y salven lo precioso dentro de su corazón.
Hasta que el reino de Dios sea rescatado de las garras de la codicia
y vuelva a ser trabajado
no dejaré a ningún hombre llamar a esta la tierra de la libertad.
Ella Wheeler Wilcox
sábado, setembro 15, 2012
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