El otro nombre de la cocaína parece proceder de Sudamérica, donde comenzó a ser utilizado por el mundo del hampa. En concreto, del lunfardo, la jerga propia de la ciudad argentina de Buenos Aires, y que se ha extendido a otras ciudades. En Chile se utiliza también la expresión “falopa”, sin la “r”. Su origen puede remontarse hasta el siglo XIV, cuando aparece en Italia el término faloppa, que aplicado a las personas, servía para nombrar de forma negativa a aquellas “tramposas” o “embusteras”. “Faloppa” se trata de un apellido habitual en el país italiano. En Galicia se emplea el término “falopa” o “folerpa” para referirse a las bolas de nieve. Su misterio aún se ha de esclarecer.
sábado, novembro 28, 2015
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